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accessibilitat, atenció primària de salut, cobertura, coordinació, copagament, despesa, equitat, hospitalitzacions evitables, mortalitat, salut
Gestión clínica y sanitaria ha publicat un resum de l’article
Europe’s Strong Primary Care Systems Are Linked To Better Population Health But Also To Higher Health Spending
amb un comentari de Ana Rico i Juan Gérvas, que pel seu interès reproduïm:
Ha transcurrido más de una década desde la última evaluación empírica comparada del impacto de una AP fuerte en Europa (2), que cubría 18 países y tan sólo resultados en mortalidad. El artículo es por ello el primero en evaluar de modo comparado y conjunto el impacto de una AP fuerte en toda Europa sobre aspectos críticos del sistema como el gasto sanitario y su evolución, las hospitalizaciones evitables, las desigualdades en salud o la satisfacción con la AP. El trabajo es ambicioso y riguroso y se basa en un análisis empírico amplio y sensato que permite demostrar el impacto positivo de varias dimensiones independientes de una AP fuerte sobre la sanidad y la salud. Coincide en ello con trabajos previos que fijaron las bases de la fortaleza de la AP a través de unos pocos criterios claros y consensuados: 1/ cobertura universal con regulación gubernamental, 2/ distribución de los recursos según necesidades de la población, 3/ oferta de servicios muy variados y 4/ bajos o inexistentes copagos (2) (3). En este trabajo se amplían los indicadores de la fortaleza a casi un centenar; aunque para cerca de la mitad sólo se dispone de evaluaciones subjetivas de un número reducido de expertos (1). Ello lleva a que el listado de países con una AP fuerte sea en algunos casos discrepante al obtenido en trabajos previos(1) (2). Otro problema es que la asociación entre AP fuerte y mayor gasto se basa en un coeficiente de regresión de magnitud baja (0,153), en ausencia de correlación entre variables o evidencia gráfica de la bondad del ajuste. El análisis agregado lleva además a maquillar grandes problemas como el desmantelamiento de la AP en Reino Unido (4), con el abandono de la clínica por los médicos generales titulares, dedicados al “negocio”; la contratación de médicos y de enfermeras para cumplir con indicadores de rendimiento (y de pago); y la agrupación de listas de pacientes personales en una lista global del centro de salud (5).
Ana Rico. Científica Titular, Escuela Nacional de Sanidad, Instituto de Salud. Carlos III, Madrid.